Laboratorio de Juegos

domingo, 9 May, 2010

Caylus: La Reseña

Filed under: Reseñas — Etiquetas: , — arusem @ 19:14

Caylus

Jugadores 2 a 5
Duración: De ~60 a ~120 minutos
Edad Recomendada: 12+
Complejidad: Media-Alta

Ficha BGG.
Página de la editorial.
[························]

1289. Para fortalecer las fronteras del Reino de Francia, el rey Felipe, el Justo, decidió que se construyese un nuevo castillo. En estos momentos, Caylus es sólo un humilde pueblo, pero muy pronto los albañiles y los artesanos llegarán en tropel, atraídos por las buenas perspectivas de trabajo. Alrededor del lugar de construcción del castillo, lentamente, está creciendo una ciudad…

En Caylus, cada jugador representa el papel de un maestro de obras que llega a la ciudad para colaborar en la construcción del castillo. Para ello contamos con algo de dinero y con la ayuda de algunos trabajadores, a los que encargaremos diversos trabajos con el fin de ganar prestigio ante los ojos del Rey Felipe. Quien haya conseguido más prestigio al final de la partida será el ganador.

La verdad es que, al primer vistazo, Caylus no parece un juego sencillo de jugar (ni de reseñar, ;-)). El problema no radica en las reglas, el verdadero desafío es llegar a jugarlo bien. Hay que estar pendiente de numerosas variables, lo que puede provocar que algunos jugadores se saturen durante las primeras partidas. Sin embargo, con el tiempo, es un juego que se aprende a estimar por su versatilidad y, ¿por qué no?… también por su dureza.

La mecánica

Cada jugador comienza la partida con algo de dinero (varía según el número de jugadores) y 6 trabajadores a su cargo. El tablero de juego representa un camino que conduce al castillo (el castillo que hemos venido a construir, en realidad). A lo largo del camino se disponen una serie de establecimientos que cubrirán nuestras necesidades básicas. Entre otros, podemos distinguir una Lonja (donde conseguir dinero), el edificio donde se reúne el Gremio de Mercaderes (con gran influencia en el preboste local), un Campo de Justas (donde podréis ganar favores del rey participando en los torneos), los Establos, la Taberna, etc…

Además de estos edificios fijos, a partir del puente podréis encontrar algunos establecimientos cuya posición en el camino varía cada partida, como la Serrería (donde conseguir madera), el Mercado (donde vender materias primas), el Carpintero (a quien le tendremos que pedir ayuda para construir edificios de madera), etc…

Cada turno se divide en siete fases:

  1. Cada jugador cobra de la reserva 2 derniers (la moneda del juego) más una cantidad variable en función de si controla cierto tipo de edificios.
  2. Por orden, cada jugador envía a 1 trabajador a realizar alguna tarea. Se continúa mandando trabajadores hasta que se agotan o hasta que se decida pasar.
  3. Se activan los edificios localizados entre el castillo y el puente.
  4. Siguiendo el orden en que hayan pasado, cada jugador podrá sobornar al preboste para que avance o retroceda en el camino.
  5. Se activan los edificios localizados entre el puente y el preboste.
  6. Los trabajadores que hayan ido a construir el castillo, hacen su trabajo.
  7. El alguacil avanza por el camino (1 o 2 casillas, según la posición del preboste).

El núcleo duro del juego gira en torno a la fase 2 (la colocación de trabajadores): cada vez que encomendamos una tarea a un trabajador hemos de pagarle por adelantado. Esto significa que, sólo por el hecho de colocarlo tendremos que pagarle. Así que los maestros de obras jugarán continuamente condicionados por el dinero que tengan disponible.

Después de que todos los jugadores hayan colocado sus trabajadores (o pasado), se activan los edificios, comenzando por los más cercanos al castillo y acabando por los que estén más alejados. En el momento de activarse cada casilla es cuando se resuelve la acción asignada a ella. Por ejemplo, cuando se active la Lonja, el trabajador que hayamos enviado allá volverá a casa con 3 derniers. Si la acción llevara aparejada un pago de recursos sería en ese momento cuando el jugador tendría que pagarlos para resolver la acción. Si cuando se activa el edificio el jugador no tiene (o no quiere) pagar los recursos, el trabajador volverá a casa con las manos vacías.

Los edificios se activan siguiendo un orden

Esta forma de resolver las acciones (siguiendo el orden que marca el camino) se debe de tener presente continuamente ya que obliga a los jugadores a disponer de los recursos necesarios en un momento preciso. Por ejemplo, si la Serrería se activara antes que el Mercado, podréis enviar a un trabajador a buscar madera y a otro a venderla, pero si se activara el Mercado en primer lugar, podríais vender cualquier materia prima que tuvierais en vuestro poder en el momento de activarse el Mercado, pero no la madera que aún no habéis conseguido de la Serrería, ya que aún no se ha activado.

Y, ligado a esto, ha llegado el momento de hablar del preboste y del alguacil.

El preboste se representa con un disco plateado. Su situación marca el punto en el que las localizaciones dejan de activarse (si el preboste no vigila, los comerciantes no trabajan!). Por fortuna (o por desgracia) los jugadores pueden influir en el movimiento del preboste, gracias al Gremio de Mercaderes (que mueven al preboste de 1 a 3 casillas hacia adelante o hacia atrás) o directamente sobornándole para que avance o retroceda hasta el punto en que nos interesa.

El jugador rojo le ha pagado al preboste para moverse hacia el castillo, con lo que la Serrería no se activará y el trabajador verde volverá a casa sin madera

Tampoco hay que perder de vista al alguacil ya que su situación marcará el ritmo de construcción del castillo. Cuando el alguacil llegue a los puntos marcados en el camino, ordenará finalizar la sección correspondiente (mazmorras, muralla y torres del castillo) y el rey Felipe premiará a los maestros de obras que hayan dedicado esfuerzos a la construcción, o penalizará a los que no han participado en ella.

Normalmente el alguacil avanzará 1 casilla por turno, pero si el preboste se sitúa más adelantado que el alguacil, éste último avanzará dos casillas de golpe. Hay que tener cuidado con esto y vigilar el ritmo al que avanza el alguacil para enviar a algún trabajador al castillo antes de que dé por finalizada una sección y, sobre todo, hay que vigilar las posibilidades que tuvieran los otros jugadores de influenciar en el preboste, no sea que alguien acelere la partida cuando no os conviene. 😉

Los edificios

Además de los edificios que ya estaban en la zona y que nos proporcionarán los recursos básicos para comenzar a funcionar, tenemos la posibilidad de construir algunos edificios más a lo largo del camino. Para ello contamos con la ayuda de algunos artesanos como el Carpintero (que nos prestará sus servicios para construir edificios de madera), el Albañil (ayudará con los de piedra) y el Arquitecto (nos ayudará con los edificios de lujo). También podemos construir edificios pidiendo favores al rey Felipe, quien usará su influencia para ahorrarnos, además, algunos de los materiales. Por supuesto, el hecho de construir un edificio nos proporcionará puntos de prestigio.

Básicamente, los edificios suponen mejoras. Por ejemplo, al comienzo de la partida hay una Serrería que podemos visitar para conseguir 1 cubo de madera. Si invertimos 1 cubo de comida y otro de madera en la construcción de una Serrería de Madera podremos conseguir 2 cubos de madera al visitarla. Si invertimos 1 cubo de comida y otro de piedra, construiremos un Parque donde, si lo visitamos, volveremos a casa con 2 cubos de madera y 1 de comida. Si comparamos, veremos que enviar a 1 trabajador a la Serrería del principio de la partida nos costaba 1 dernier y conseguíamos 1 cubo de madera y, sin embargo, enviar a 1 trabajador al Parque nos cuesta 1 dernier y conseguimos 2 cubos de madera y 1 cubo de comida. Conviene construir edificios avanzados. 😉

Los edificios, además de darnos una cantidad de puntos de prestigio de forma directa sólo por construirlos, también nos proporcionarán prestigio cuando nuestros oponentes coloquen allí a sus trabajadores. Los edificios de producción de piedra, además, nos proporcionarán materias primas aunque no sean nuestros trabajadores los que los ocupen. Así que, aunque puede no influir mucho, si tenéis alguna duda sobre qué edificio construir, no conviene perder de vista la cantidad de veces que los edificios que estamos considerando serán visitados por nuestros oponentes antes de que se acabe la partida.

El Parque, el Taller y la Granja de Piedra

Y no os olvidéis del edificio más importante: el castillo. A fin de cuentas, estamos aquí para construirle un castillo al rey Felipe. 😉

Enviar trabajadores al castillo nos saldrá caro (el pago al trabajador más un lote de materias primas por cada parte del castillo que queramos construir) pero nos proporcionará puntos de prestigio y puede que algún favor real que otro.

Los favores reales

Este es otro de los núcleos duros del juego, el cual se recomienda simplificar en las primeras partidas para no agobiarte en exceso controlándolo todo.

Cada vez que agrademos al rey Felipe tendremos posibilidades de ganar un favor real. Para ganar las simpatías del rey podemos participar en justas, construir más partes del castillo que nadie en el turno o construir ciertos edificios de prestigio que son del agrado del rey. Al ganar un favor real podremos elegir entre:

  • Traducir el favor real en puntos de prestigio directos.
  • Conseguir un donativo real en forma de derniers.
  • Conseguir materias primas (o incluso oro).
  • Que el rey interceda por nosotros para poder construir un edificio sin tener que pagar algunos recursos.

Los favores van mejorando conforme los vamos consiguiendo, de manera que si nos concentramos en pedir recursos económicos al rey, la primera vez nos donará 3 derniers, pero al final podremos ganar 7 derniers cada vez que le pidamos dinero.

El marcador de favores reales

Quizás, a la hora de pedir favores al rey, los más interesantes son los relativos a la construcción de edificios ya que nos ahorran muchos pasos (por ejemplo, no necesitaríamos pagar piedra ni, tan siquiera, la presencia del Albañil para construir los edificios de piedra), seguido de los favores económicos que nos sacarán de más de un apuro, aunque lo cierto es que las vías de favores pueden ganar en importancia dependiendo del desarrollo de la partida.

En resumen

Una curva de aprendizaje elevada no es un buen argumento de venta para un juego, pero creednos cuando os decimos que merece la pena darle una oportunidad y sentaros delante del tablero de Caylus. Tendréis que tomar una decisión cada vez que pongáis un trabajador en juego y, cualquier otra cosa que no sea adivinar cuál es la posición óptima donde tendría que ir vuestro trabajador irá en beneficio de vuestro oponente. Esto puede provocar que las primeras partidas las perdáis de forma escandalosa (que te doblen la puntuación continuamente no es algo que ayude mucho cuando se trata de disfrutar un juego), pero poco a poco, partida tras partida, conseguiréis ver la luz.

Porque Caylus brilla.

Por cierto, el juego es grandioso a dos jugadores, muy bueno a tres, pero se convierte en una lotería cuando hay más jugadores en la partida, así que os recomendamos probarlo con poca gente.

Más (y probablemente mejores) opiniones en:

Si habéis conseguido leer hasta aquí quiere decir que os ha picado la curiosidad. Así que, si queréis un último empujoncito, la gente de la biblioteca Tecla Sala lo estará enseñando durante las Barnalúdica de este año.

Apuntaros!

7 comentarios »

  1. Muy buena reseña!
    Gracias!

    Comentarios por elven — lunes, 10 May, 2010 @ 09:47

    • A ti por tus videos de 5 minutos… 😉

      Comentarios por nh.adira — lunes, 10 May, 2010 @ 10:29

  2. Estupenda reseña! Y no lo digo por estar (inmerecidamente) citado al final ;P

    La verdad es que Caylus es mi juego favorito, y nunca me cansaré de jugarlo. Como decís, brilla con su propia luz ;D

    Suerte con las demostraciones!

    Comentarios por Lethan — martes, 11 May, 2010 @ 16:45

    • Gracias Lethan. Sobre todo por la introducción que escribiste en su día y que recomendamos visitar.

      A ver si conseguimos contagiar a los curiosos que pasaban por allí.

      Comentarios por nh.adira — martes, 11 May, 2010 @ 20:30

  3. Muy buena reseña! modo dientes largos on! 🙂

    Gracias!

    Comentarios por Ratrap — martes, 11 May, 2010 @ 23:13

  4. Eres un frikazo Nucleo-Duro.

    Comentarios por Cartonfalcon — lunes, 15 Jul, 2013 @ 10:42

    • Jajajajajaja.
      😀

      Comentarios por Ludo Tecla — lunes, 15 Jul, 2013 @ 16:38


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